Comprar ropa de segunda mano no es de gente sin recursos, si no de gente segura de sí misma e inteligente
Para empezar: ¿Cuántas veces hemos visto alguna prenda en otra persona que hemos deseado tener para vestir nosotros?
O al revés: ¿Cuántas veces nuestro estilazo, perfectamente planeado y estudiado antes de salir de casa, ha sido objeto de deseo por parte de otros?
¿Y por qué, sin embargo, luego nos da reparo comprar de segunda mano?
Muchas veces, el estigma social es la principal barrera que impide que compremos ropa de segunda mano. Pero no tenemos en cuenta que estas prendas son una opción sostenible a la hora de vestir y de dar un respiro al Planeta ante la masiva contaminación producida por la fabricación de tanta ropa.
Sí, como continuamente venimos hablando, la industria textil es la segunda más contaminante en el mundo. Y no solo durante el proceso en el que se crea la ropa, si no también a la hora de su destrucción. Muchas de las prendas que se fabrican no se llegan ni a estrenar, o se usan muy pocos días y se desechan, se incineran o se abandonan en vertederos en medio de la naturaleza.
Por eso, vestir ropa que todavía tiene mucho uso por delante es esencial para paliar un poco la contaminación indiscriminada que el Fast Fashion provoca.
Y ya no solo por el Planeta. Si algo que te gusta, te queda bien, ¿por qué no hacerlo tuyo?
Y al revés: Si algo que, por diferentes motivos, ya sean de talla o de estilo, ya no te pones… ¿por qué no darles a otros la oportunidad de que lo utilicen y de que le den la vida que esa prenda todavía tiene?
Por suerte, la ropa de segunda mano cada vez está ganando más partidarios. Y no solo entre quien la elige por precio, o por motivos sostenibles, si no porque, además, con ella puedes crearte auténticos “lookazos” y además únicos.
Otra de las ventajas que tiene es que, muchas veces son piezas descatalogadas, que ya no se venden en grandes tiendas, por lo que lo más probable es que no encuentres en tu ciudad a nadie con la misma prenda. ¡Punto para quienes pretenden ser originales vistiendo!
Por último, si eres de los que asocia la ropa de segunda mano con ropa de baja calidad: ¡Error! Todo lo contrario. La ropa que aguanta tanto tiempo como para pasar de una persona a otra, suele ser ropa de muy buenos materiales, bien fabricada y con mucho aguante. Por lo que si tu excusa era esa, tendrás que pensar otra. Hay ropa de segunda mano de muy buena calidad.
Con todo esto no pretendemos convencerte, o puede que sí. Sea como sea, ojalá este artículo te haga reflexionar y, al menos, nunca más se te pase por la cabeza que comprar ropa de segunda mano es de gente sin recursos, si no de gente inteligente, con iniciativa y que sabe lo que hace. Gente consciente.
Asier Suescun